4 de noviembre de 2010

MANGA. ANIME. AKIRA.


Si digo la verdad, la pura verdad, hay algo falso en esta entrada y es la fecha. El 4 de noviembre la inicié con la sana intención de acabarla en poco más de una semana. El resultado de esa buena intención es que en junio de 2011, todavía no la he escrito. Razón por la que de haber algún lector pendiente de reprenderme le debo pedir disculpas y decirle que no ha habido falta de ganas sino de tiempo y, quizás, de ideas.

Godzilla, el entrañable.
Han ocurrido muchas cosas en este periodo. Para el país que merecía esta entrada ha sido una época difícil. En marzo un temblor de tierra y un maremoto arrasaron una gran región del norte de la isla de Hokkaido. Y además apareció el gran enemigo de este pueblo, la radioactividad. Aun así, esta cultura milenaria y tan propia ha demostrado algo al mundo. Japón es un país solidario, educado, civilizado y paciente. El antiguo Cipango es un tesoro en sí mismo.

Colón hacia Cipango
En "La elegancia del erizo" una niña diserta sobre manga, es una pequeña genio, y cuenta que la gente habla de manga como de un género de cómic, cuando en realidad manga es la palabra japonesa para cómic. Y es que es una cultura tan lejana a la nuestra que si intentamos entenderla traduciéndola a nuestras coordenadas, haciendo una simple traslación, no solo perdemos matices sino que estamos eliminando la raíz de todo pues partimos de conceptos distintos. En una cultura en la que la valía de un poeta se sustenta tanto en su palabra como en su caligrafía, por necesidad los parámetros artísticos se separan de los nuestros.
El erizo
Hecha ya esta introducción, en la que me separo un poco del asunto del cómic un poco por homenaje a una envidiabilísima cultura un poco por ganar tiempo, debo hablar de lo poco que sé del cómic japonés.




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