25 de noviembre de 2009

LAS MUJERES Y EL CÓMIC.

(PROGRAMA MIL PALABRAS. 26 DE NOVIEMBRE DE 2009)
Ante todo no me tilden ustedes de machista, la intención de hablar de las mujeres y el cómic no pretende ser una enumeración de caracteres femeninos que aparecen por las viñetas, sino que se trata de que el día que escribo esto es 25 de noviembre, un día en el que se recuerda que todavía hoy existe una violencia y una cultura machistas contra las que se lucha y no se acaba.

Rastreando la red en busca de más documentación he entrado dos variantes fundamentales en el tratamiento de la entrada "Mujeres en el cómic", se trata de análisis feministas del papel de las mujeres en el mundo de la historeta y, por otro lado, el "análisis" masculino de los personajes que aparecen en los cómics. Es decir, cuál de las heroínas "está más o menos buena".
Son ya muchas las comillas empleadas desde el inicio de esta entrada, son a posta, quiero ser muy cuidadoso con esta materia y no caer en expresiones que se puedan malinterpretar.
Es obvio que el cómic es, ante todo, un lenguaje visual y que en él aparecen dibujados personajes que cuentan con un físico esplendoroso. Lo curioso es que en la mayoría de los cómics que nos pueden venir a la imaginación, y suelen ser los de superhéroes, los hombres cuentan con una musculatura espectacular y las mujeres se dibujan resaltando sus atributos femeninos y con una ropa que los resalta.


La imagen de otros cómics es mucho más ñoña, así, en muchos cómics, las mujeres son esos seres indefensos a los que hay que proteger y cuidar porque son incapaces de valerse por sí mismos. Son seres asexuados válidos únicamente como madres o hermanas. O peor, son las malísimas, las villanas, las devoradoras de hombres, las que muestran una sexualidad mucho más marcada.


Sin embargo, realizar un análisis únicamente de las mujeres en los cómics centrándonos en el cómic de superhéroes, resulta muy parcial. Desde el inicio de la historieta ha habido mujeres en los cómics y su papel y tratamiento ha variado en función de las épocas y los distintos logros de la mujer en la sociedad. Voy a hablar tan solo de ciertos momentos que quiero destacar.
La mujer de los cómics americanos de los años 30 es dependiente del héroe, pero independiente económica, social y laboralmente. Las heroínas de Terry y los Piratas, Superman, Flash Gordon o Tarzan, luchan, actúan, tienen su vida propia, eso sí, en torno al héroe. No dejan de ser un reflejo del adelanto de la sociedad americana de los años 30, mucho más avanzada en determinados aspectos que la europea, y en la que la mujer se había incorporado al trabajo y mantenía cierta independencia, aunque sin auparse a los puestos altos de la sociedad.

En las historietas españolas ese papel de la mujer se ha perdido, y es frecuente que la mujer sea ama de casa, Las Familias Ulises, Cebolleta y Trapisonda, Zipi y Zape, o bien trabaje pero como secretaria, Anacleto o Mortadelo y Filemón. Se trata también del reflejo de una sociedad que consagra con leyes el sometimiento femenino al hombre. Casos aparte los de una literatura en historietas destinada a niñas, en las que los temas no van más allá de cómo casarse bien y ser una perfecta esposa. Lily, Sissy, Azucena, Mis Chicas, Florita, Mary Noticias, forman parte de esa cultura que decía que las mujeres no podían sino interpretar lo que los hombres le daban hecho. Saliéndose de ese papel estuvieron Doña Tula, Doña Urraca y Sigrid, las dos primeras porque mostraban a una mujer distinta, endurecida y encallecida por la guerra y la posguerra, resabiada y dura con el hombre, por lo que tuvieron problemas con la censura. Una mujer no podía pegar a un hombre, ¡hasta ahí podíamos llegar!. Sigrid representa otra mujer, dotada de gran belleza e independiente, sus problemas con la censuara vinieron por otro lado, por la política y el amancebamiento.

La progresiva independencia de la mujer, sí independencia porque no estaban sino maniatadas, hizo que ellas mismas se descubrieran dueñas de su cuerpo y su sexualidad. Esto da lugar a que, a finales de los años 60, y durante todos los 70, tanto en el cine como en los cómics, la representación de desnudos y relaciones sexuales tuviera connotaciones intelectuales y de libertad, no solo sexual. Es la época de Vampirella, Barbarella, Milo Manara, Guido Crepax, etc...

Esto conllevó que con el tiempo y desvirtuado el sentido anterior, surgiera un cómic en el que la mujer dejó de ser protagonista y se convirtiera solo en objeto sexual, con tintes pornográficos. (Kiss Cómix, Penthouse Cómics y diversas publicaciones de tintes estrictamente onanistas).

Pero las mujeres no solo mantienen una relación meramente de personaje en el cómic sino que son autoras y lectoras. Como lectoras han sido el sector más maltratado de entre todos a los que van dirigidos los cómics. No porque sea necesario el que haya publicaciones específicas para ellas, sino porque los autores, casi nunca han considerado que la mujer lea lo que realizan y han cercenado, por omisión, más o menos la mitad del mundo que habitamos.

En cuanto a las autoras es debido destacar que Maitena y Marjane Satrapí no son las únicas. La esposa de Frank Miller, Lynn Varley, aparece en los créditos de 300, estoy seguro de que no es por una razón de condescendencia, sino porque su contribucioón al color en esa obra es fundamental. Ese papel, el de entintadora o de colorista, ha sido tradicionalmente que la industria dejaba en manos de mujeres o de niños, porque consideraba que sus manos más pequeñas podían dar más precisión al trabajo. El problema es que nunca se han reconocido sus méritos.

Esto está cambiando y podemos nombrar a un buen puñado de mujeres:
  • Claire Bretécher, francesa genial, muy valorada por los críticos, cuyas viñetas y álbumes nos parecen muy originales y divertidos, Bretécher es la inspiradora de Maitena, la autora argentina actual más popular.
  • Mary Fleener, feminista norteamericana de los años setenta, considerada una pionera del cómic femenino y feminista.
  • Jessica Abel, muy moderna tanto por su dibujo como por el mundo que recrea.
  • Julie Doucet, canadiense responsable de historietas autobiográficas valientes y sin maquillajes.
  • Cathy Guisewite, norteamericana que retrata con genialidad el mundo actual y las difícil comunicación con el llamado "sexo fuerte".
  • Lynn Jonston, canadiense, autora de historietas inspiradas en su propia vida de madre de familia.
  • Phoebe Gloekner, norteamericana, autora autobiográfica muy destacada por la crítica.
  • Debbie Drechsler, también estadounidense que denuncia en sus álbumes los abusos sexuales que sufrió en su infancia.
  • Marjane Satrapi responsable de un cómic muy personal, autobiográfico, en el que narra su infancia en el mundo cambiante de su país tras la caída del Sha.
  • Maitena.

Valga esto para terminar y confirmar que en este mundo no tienen cabida las separaciones y las discriminaciones, aunque nos movamos en un mundo tan masculinizado.

Para saber más (esta vez sin wikipedia):

http://portal.uam.es/portal/page/portal/UAM_ORGANIZATIVO/OrganosGobierno/VicerrectoradoInfraestructuraProm/Institutomujer/novedades/encuentros/Dossier%20y%20detalles%20t%E9cnicos%20Mujeres%20creadoras%20en%20el%20mund.pdf

http://www.entretodas.net/categoria/comic/

http://kemosabidrawing.googlepages.com/lasmujeresyelcomic

http://www.guiadelcomic.com/comics/mujeres_alteradas.htm

http://www.kobaltronics.com/arigata/ver.php?id_diario=23

EL X ENCUENTRO DEL CÓMIC Y LA ILUSTRACIÓN DE SEVILLA

(PROGRAMA MIL PALABRAS. 26 DE NOVIEMBRE DE 2009)
Se ha celebrado este pasado fin de seman el X encuentro del Comic y la Ilustración de Sevilla. La verdad es que es gratificante saber que uno no esta solo en el amor por el cómic y la historieta y felicito a los que mantienen viva la llama en esta ciudad.

Aunque las actividades se desarrollan en varios escenarios, cabe destacar las jornadas ubicadas en el Casino de la Exposición. Además de este sede, las librerías de la FNAC, Nostromo y Card & Magic desarrollan un apartadobre los cómics de la muestra. Algunos bares de esta, nuestra ciudad, valga la paráfrasis, desarrollan muestras sobre el beso en el cómic. Y la Casa de la Provincia presenta una exposición de Sonia Pulido hasta enero de 2010. Para esas fechas se prevé un concierto en al Lope de Vega sobre Viñetas y Música.

Se debe destacar el I Premio Internacional de Novela Gráfica Dibujando Entre Culturas para Jordi Bayarri por Las Extraordinarias Aventuras de Nicholas Champion y Mordechai Feingold. El Manuscrito Perdido de Darwin.

Yo fui partícipe de esta jornadas el viernes y el domingo, impresionado por el despliegue y el esfuerzo, pero menos por la oferta. Tan ajustada a la crísis, ya no económica sino creativa. Una excepción, Enki Bilal y Tránsito, su proyecto sobre rostros tomados en aeropuertos de los que imagina una historia es todo un acierto, su montaje cúbico y bilingüe, como recibimiento a los asistentes todo una declaración de intenciones.




http://www.encuentrocomicilustracionsevilla.com/



16 de noviembre de 2009

AIRE FRESCO. WATCHMEN.


(PROGRAMA MIL PALABRAS. 19 DE NOVIEMBRE DE 2009)

A menudo nos encontamos con obras crepusculares de un género artístico ya agotado que han sido concebidas para cerrar ese capítulo y, sin quererlo, se convierten en la obra de referencia. Es posible que en la obra se encuentren todos los tópicos por los que se distingue a ese determinado género, pero que se trate de obras excepcionales. ¿Qué son si no "El jinete pálido", "Espartaco" o "Ran"? Con Watchmen ocurre esto. De repente, una obra publicada en un periodo de estancamiento de los superhéroes consigue alterar los fundamentos del género, fundir todos los tópicos y convertirse en una obra, ya no excepcional, sino maestra. Entre las obras fundamentales del noveno arte; entre las diez primeras, sin aclarar el puesto porque dependerá de muchos gustos personales.



¿Por qué afirmo esto? Es, desde luego, una afirmación arriesgada. Ha de tenerse en cuenta que quien lo dice no puede acreditar por el cómic nada más que una gran afición y que lo que sabe o de lo que habla lo hace por conocimiento empírico obtenido a base de leer todo lo posible. Ninguna formación reglada al respecto. Pero sé que no equivoco, porque cada nueva lectura de Watchmen proporciona una mayor profundidad a la obra y porque es necesario prestar este libro para que, al devolvernóslo, sepamos si quien dice haberlo leído, lo ha hecho, y si lo ha hecho, si lo ha leído bien, y si lo ha comprendido.


Watchmen debe leerse. Sé que muchos lectores dicen preferir el cómic europeo, más cercano y más humanizado, y que, por eso, los superhéroes deben quedar para los niños. Se equivocan porque esta historia no es el cómic marvel o dc al uso. Se trata de algo más.


En España se reedita ahora como libro, y tiene la apariencia de una novela gráfica, más las primeras publicaciones de Watchmen son las de una serie limitada de 12 episodios. Así que esta obra que se considera una de las obras cumbres del cómic y de la novela gráfica, no se puede considerar una obra concebida solo como una novela sino como una serie, pero tampoco como una serie corriente, sino una serie cerrada, cíclica, recurrente y con un sentido único determinado desde el propio momento de su concepción. Algo así como lo que ocurrió con los primeros LP´s conceptuales de Sargeant´s Pepper de The Beatles y Pet Sounds de The Beach Boys.
Pero no es esto que hace de Watchmen un referente. Imagine todas las familias de superhéroes posibles, sus coaliciones, sus apariciones en otras series, sus enemigos, la evolución de su personalidad; imagine, además, una profundidad humana detrás de cada uno de estos personajes; y, por si fuera poco, imagine que ese clima de crísis permanente, miedo nuclear, miedo a la guerra, hubiera existido sin el Watergate y que Richard Nixon fuera el presidente de los EE.UU. La verdad es que ese cóctel en mis manos podría no llevar a nada, pero entre Alan Moore y Dave Gibbons completaron esta obra maestra.



Hablo de las distintas especies de superhéroes, porque desde los años 30 a los 80, aparecieron superhéroes que eran hombres enmascarados, otros que tenían superpoderes por sufrir mutaciones, otros que tenían cierto poder mítico o mitológico, otros que eran simples soldados, ... todas esa familias están aquí y su unión no chirría.


La depresión, la crísis de identidad de los personajes, la sensación de fracaso, las cuestiones interiores de cada uno de los superhéroes, que habían sido esbozadas en otras series. Personajes como los X-men, Spiderman, Batman, presentaban cierta lucha interior, no exenta de una dósis de "psicología barata". Aquí el diálogo interior es más profundo, hay personajes que sienten que han fracasado en su vida post-superhéroe, a los que llevar una existencia más anodina les resta el sentido de su vida, otros que ienten que se deben a un destino superior o que tienen que preservar los valores de una sociedad que ya ha desaparecido, y otros que, desde su condición de superhéroes, miran al resto de los humanos como simples espectadores.


La lucha entre el bien y el mal, tan maniquea en los cómics americanos, tan centrada en el equilibrio entre superhéroe y supervillano, al fin al cabo, tan infantil, deja de serlo. A la lucha interior de los personajes se unen las bajas pasiones, el sexo, el dinero, la locura, la pasión por hacer mal,... Los superhéroes se hacen adultos.


Hace poco se llevó al cine, Alan Moore, sin ni siquiera verla, renegó de la cinta. ¿Por qué? Watchmen fue concebida como una obra coral, en cuanto a personajes, y en cuanto a la técnica. Están planificadas viñetas, diálogos, textos insertos, obras que aparecen (cómic dentro del cómic), simetrías, autoreferencias, .... El autor entiende que eso no es posible plasmarlo en una película. Todos los efectos especiales del mundo valieron para contentar al dibujante Dave Gibbons, pero para nada más. Quizás Pixar, con Los Increíbles, captara un poco más el sentido de la vida humana de los superhéroes, aunque en una versión edulcorada y muy levemente basad en la idea de la pérdida de la identidad de superhéroe.


Para acabar, un consejo, hay que leer Watchmen, varias veces. Cada vez que se lee, se descubren nuevas cosas, tanto en el dibujo como en la historia. Es como cualquier obra maestra imprescindible. Como cualquier obra de arte, prescindible. Porque nuestra supervivencia no depende de leerla o no, pero sí que aportará a nuestra vida un rato de disfrute o de desazón, y quizás un matiz nuevo con el que vivirla.


Watchmen: ¿quis custodiet ipsos custodes?

RECAPITULAMOS. DUDAS SUELTAS.

3 de noviembre de 2009

CREEPY.


(PROGRAMA MIL PALABRAS. 3 DE NOVIEMBRE DE 2009)
Hace muy poco, por mi cumpleaños, un amigo me regaló un libro de cómics, que es la adaptación de tres relatos de Edgar Allan Poe. Se trata de El Gato Negro, El Barril de Amontillado y Manuscrito en una Botella. Aparte de estar agradecido con este regalo, me recordó que durante una gran época de mi vida el cómic de terror fue mi género favorito. En gran parte porque se trataba de un género adulto que podía escapar a la posible censura paterna.
El aluvión de terror que nos ha invadido estos días con Halloween para hablar de varias revistas que constituyeron el núcleo de terror en España. Me refiero a Creepy, Rufus, Vampus, Vampirella y Dossier Negro. Aprovecho esta ocasión, de forma oportunista, porque buscando viejas revistas de cómic que guardo, redescubrí un genio que casi había olvidado, se trata de Berni Wrightson.


Creepy (espeluznante) era el nombre de la revista, pero también el del personaje,medio cadáver, medio zombie, que aparecía en la portada y que, a modo de anfitrión, nos iba introduciendo en las ditintas historias. Áquí en españa se le conocía como el tío Rufus o el tío Creepy, y resultaba más simpático que aterrador.
Durante aquella época consiguió lo que solo consiguen los genios, hacerme creer que fuera de su obra, no había nada interesante, ni nada digno de ser leído. Sus obras, muchas de ellas, adaptaciones de obras de E. A. Poe, de H. P. Lovecraft, y, posteriormente, de Stephen King, o tomando argumentos de obras de serie B del cine de terror, eran impactantes por un guión muy elaborado para historias cortas, por una atmósfera y una ambientación sobrecogedoras y por un dibujo muy limpio, de línea clara, que contrastaba con unas historias oscuras.
Toda esta fascinación por el terror comenzó en el cine. Los años 50 dieron a Roger Corman y a su productora, American Internacional Pictures, la oportunidad de crear un subgénero que escapaba al código Hays. Junto con la productora británica Hammer, y las películas de El Cuervo, La Muerte de la Máscara Roja, El Péndulo, consiguieron impactar a una generación. En el mudo de el cómic tuvieron su espejo en la editorial Warren, que empezó a producir pequeñas historias autoconclusivas de 4 ó 5 páginas para ser la historia final de cuadernillos de superhéroes o de historias de guerra de la Marvel. Este formato tuvo mucho éxito y a mediados de los años 60, la Warren inició la publicación de Creepy, que se mantuvo hasta mediados de los años 80.
Los artistas de la Warren se especializaron en el género fantástico y terrorífico. Muchos de los mitos vampíricos, de hombres-lobo, de fantasmas, se iniciaron aquí. Bebieron de las fuentes terroríficas del cine desde los años 40 y de la novela gótica, y pronto derivaron a historias en las que se introducían las grandes preocupaciones de aquella época, los ovnis, los extraterrestres, la era atómica, la hecatombe nuclear. Poco a poco este género se fue transformando y series como Vampirella, permitieron mostrar matices más sensuales, con heroínas con vestidos muy sugerentes, vampiresas con una sexualidad muy marcada, etc., Esto convirtió al cómic de terror en un género más adulto, y también se trasladó al cine, donde ya no solo aparecía la virginal víctima sino en la que de forma muy forzada, al igual que en los cómics, se mostraban desnudos sin venir a cuento.
Llegó un momento en la que con artistas americanos no era posible para la Warren seguir el ritmo de publicaciones mensuales, como Creepy, Eerie y Vampirella, e historias semanales para otros comic-books. Fue el desembarco de los españoles. El editor Joseph Toutain viajó a Estados Unidos para vender y promocionar a los artistas de su agencia Selecciones Ilustradas, el responsable de la Warren lo conoció en New York y se sorprendió de la buena calidad de los trabajos que se les mostraban y el precio tan increíblemente barato del mercado americano.
Los efectos fueron curiosos. Se produjo una españolización de Creepy, y Vampirella se convirtió en un producto español hecho en EE.UU., fruto casi exclusivo de José Ortiz y de Esteban Maroto. Tanto que los americanos escribían a la dirección de Creepy protestando porque Creepy era demasiado español. Por otro lado, Toutain, tras unos años de consolidación de autores españoles, inició la publicación de la Creepy española en 1.979 y fue muy criticada por la gran dependencia de material salido de la Warren y de su americanización. Sin embargo, para muchos autores españoles casi desconocidos aquí, la publicación de estas revistas supuso que se les conociera en España, adonde llegaban ya con la pátina de triunfadores por llegar de USA y que tuvieran cierto reconocimiento editorial.
La Creepy española se vendía como la primera revista de género de terror española. Aunque esto no era cierto del todo, Vampus, Rufus, Vampirella y Dossier Negro eran anteriores, aunque eran meras traducciones y reimpresiones de las revistas americanas. Y además, mucho antes, en los años 50, Inspector Dan había introducido el género de terror en la historieta española. Lo que ocurría es que Toutain sí introdujo material inédito en USA, y creado ex profeso para esta revista. Mezclaba el material de la Warren, con autores noveles y con clásicos, lo que, ya sí de verdad, la convirtió en la primera revista española, en el escalafón, no en el tiempo.
Indistintamente de la edición americana o española, aparecieron autores como el ya mencionado Berni Wrightson, del que destacaría “Feria de Monstruos”, muy influida por la película “Freaks” de Tod Browning; Richard Corben con historias en las que se mezclan el género fantástico, el terror y el suspense con su particular estética; ver por ejemplo “La Caída de la Casa Usher”; José Mª Beá, Beroy,…
Un recuerdo propio unido a estos cómics. Una de las historias que más me impactó en mi infancia fue “Cuadro Completo” de Bruce Jones. Apareció en Dossier Negro y yo lo leí incompleto, porque le faltaba la contraportada. Durante varios años estuve sin conocer el final, hasta que en 1.984 lo encontré en un kiosco. Pude leer su final y nunca sabré si hubiera sido mejor no haberlo leído e imaginarlo durante toda la vida.





Para saber más: